En estos tiempos nuevos que corren, cuando el mundo se detuvo por un virus terrible, cuando dejamos de vivir nuestras vidas cotidianas y nos encerramos en casa, es cuando uno se pone a pensar y a analizar ¿qué he hecho con mi vida? ¿de verdad he valorado las cosas que me pasan y lo que he tenido? Eso es para pensar no un momento, sino muuuuuchos momentos, en varias oportunidades.
Personalmente, le doy gracias a Dios, el Gran Poder, por todo lo que he tenido, lo que me ha tocado vivir, por la salud, por lo bueno y lo malo.
Aprendamos a valorar cada minuto de vida que tenemos, mucha gente partió de este mundo sin saber que no iban a volver a ver a sus familiares, sin siquiera saber que no iban a salir exitosos de las terapias intensivas, o simplemente cayeron en las calles sin poder respirar, y allí quedaron.
La vida es un regalo maravilloso, aprovechemos esa dádiva y seamos humildes, vivamos sin rencores, sin odios, sin envidias, seamos seres de luz que transmiten paz, amor, armonía. Hagan que la vida valga la pena vivirla y que valga la pena conocerlos.
